Definitivamente, en gran parte, somos resultados de nuestras decisiones, tanto en el aspecto personal, --
en familia, con la pareja, con los amigos, compañeros de trabajo-- como en el profesional, económico, de desarrollo personal, espiritual y demás áreas de nuestra vida. Muchas de las decisiones que de pronto le costaron trabajo tomar, le llevaron a ser quien es ahora usted y a obtener lo que ahora vive. También, muchas de las que no tomó o quizás no resultaron ser lo que usted esperaba, le han llevado a vivir también lo que usted es hoy y quizás por eso todavía no esté experimentado algunas situaciones que usted desea y que en su corazón siente que son anhelos que le serán concedidos. (Eso que usted siente que se le dará, no los caprichos del ego.)
Por eso, cada quien, debe atreverse a vivir su propia vida y tomar las decisiones que desea y que supone son las más convenientes basadas en su propia y única experiencia o en sus deseos, que por más similares que sean a los de otros, al ser todos únicos e irrepetibles, nunca nadie tendrá la misma experiencia de vida, sentimientos ni emociones desde nuestra perspectiva.
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