Esa necesidad de tenerte y no poder, pero es la mente la que vuela miles de kilómetros hasta donde esta Usted...
Siendo ahí cuando empieza mi posesión, y tu cuerpo reacciona al compás de mis palabras.
Del cual ambos sabemos lo que vamos sintiendo mientras vas contestando con gemidos y susurros.
Somos lo que somos una pareja hecha para andar junta, donde uno de los dos niega lo que siente y el otro lo demuestra con millones de mensajes.
Habiendo conversaciones en doble sentido que sin darnos cuenta nos van uniendo cada día.